Muertes insólitas (III): Muertos 'de golpe'
Esquilo (525 a. C. — 456 a. C.)
Esquilo fue un dramaturgo griego al que se considera “el padre de la tragedia griega”. Aunque se conserve muy poco de su producción, es conocido por obras literarias como Los siete contra Tebas o la trilogía de la Orestíada, obras en las que narra sucesos de su propia vida, ya que luchó en las batallas de Maratón (como afirma su epitafio), Salamina y Platea, y vivió los primeros pasos de la democracia ateniense.
Pero no es su vida la que me interesa destacar sino su muerte. Antes de fallecer, Esquilo consultó el Oráculo para conocer su futuro. Este le vaticinó que moriría aplastado por una casa, por lo que el escritor decidió residir fuera de la ciudad. Sin embargo, Esquilo no murió bajo los escombros de ninguna vivienda, sino al ser golpeado por el caparazón de una tortuga, que cayó sobre su cabeza tras desprenderse de las garras de un águila, que sobrevolaba en ese momento el lugar. Parece ser que el ave confundió la cabeza de Esquilo con una roca, pues dejar caer contra las rocas a la presa es una práctica común entre las águilas, que tras el impacto descienden para comerse la carne del animal.
Jean-Baptiste Lully (1632-1687)
Lully fue un compositor francés de origen italiano, que triunfó en la corte del Rey Sol, aunque no fue muy querido entre los demás artistas franceses. Fue el mismísimo Luís XIV, con el que mantenía una íntima relación, quien lo convirtió en compositor de música de cámara del rey, en maestro de música de la familia real e, incluso, en secretario real.
El 8 de enero de 1687, para celebrar la mejoría del rey (que había sido operado de una fístula anal), Jean-Baptiste Lully presentó en el convento de los bernardos de París un Te Deum que pagó de su bolsillo. Fue entonces cuando sucedió algo inesperado. La total entrega con que Lully dirigía la orquesta hizo que, en un fatal movimiento del brazo, la punta del bastón de dirección – una pesada barra de hierro que le servía para llevar el compás golpeando el suelo con ella – se le ensartase en un dedo de un pie.
Consecuencia directa del golpe fue la gangrena que hizo que se le tuviera que amputar el dedo al compositor. Sin embargo, la cosa no quedó ahí, pues, como la higiene personal no era el fuerte de la “generación de Versalles”, la infección se le extendió al pie y después a la pierna, ya que el obstinado músico no quiso ser visto por un médico hasta que fue demasiado tarde. Así fue cómo la gangrena se llevó la pierna del compositor, falleciendo éste el 22 de marzo, casi tres meses después del incidente.
Jack Daniel (h. 1850- 1911)
Jasper Newton Daniel, más conocido como Jack Daniel, fue un destilador de cuya vida poco se sabe. Tan sólo que nació en torno a 1850, que tenía sangre galesa y que pese a tener 12 hermanos, él ni se casó ni tuvo descendencia, por lo que puso la famosa destilería en manos de su sobrino Lem Moltow.
Sin embargo, la muerte de Jack es la referencia más conocida que de él se tiene. Se cuenta que Jack murió en 1911 por envenenamiento de sangre, a causa de una infección producida en su dedo gordo del pie mientras, una mañana temprano, daba fuertes patadas a la caja fuerte de su oficina, por no recordar la combinación.
Este mortal incidente sirvió como inspiración para el eslogan de un cartel publicitario del Metro de Londres en enero de 2006 que expresaba lo siguiente:
"Moral: Never go to work early" (Moraleja: Nunca vaya a trabajar temprano")
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